Azuche 88 entiende que su cliente final son las personas, los habitantes de la ciudad y sus visitantes, aquellos que criticarán la obra una vez culminada; son los últimos jueces, a ellos se debe su labor.
El compromiso con la restauración del patrimonio histórico-artístico se manifiesta por el respeto a la Carta de Venecia, Carta Internacional sobre la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios, la cual insta a los restauradores del patrimonio histórico-artístico mundial a respetar la construcción y a trabajar conforme la cultura y la tradición del país poseedor y a la Carta de Cracovia, Carta que recoge los principios para la conservación y restauración del patrimonio construido. El documento, que se acoge al espíritu de la Carta de Venecia y subraya la diversidad cultural de Europa como una de las consideraciones más relevantes en la restauración.